Cambios

Ojo con la gente que te vende los cambios por el cambio mismo.

Cambiar es inherente a la vida misma, casi un arte: cuándo hacerlo?, cómo hacerlo?, quiénes participan del diseño del cambio?, mirar como afecta nuestro seres queridos, nuestra profesión, requiere atención. Si queremos que un cambio inicie una dinámica de bienestar, es decir que salga todo bien, y que se consolide en el tiempo, sea parte de una trasformación, no lo podemos  hacer a la ligera.

El verdadero cambio sale de adentro como una necesidad e inspiración, incluso admite pasos hacia atrás y rediseños.

Me gusta tener cuidado con las personas que quieren venderme “un cambio”, que te insisten con un cambio, predicadores de “hoy son tiempos de cambio”; tengo cuidado de esos predicadores, esas parejas, esos socios, ellos podrían estar pensando en su propio bienestar.

A mi me parece que en nuestra sociedad hay una “leve tendencia alcista” de mirar el propio ombligo, y una “leve tendencia bajista” en mirar a los demás o en como mi vida afecta a los demás. ¿Estas de acuerdo con esto?

Sin decir que lo uno es mejor que lo otro, la individualidad es tendencia, nunca antes el “yo” tuvo tanto espacio para el desarrollo, y la libertad también es una prenda que aún estamos estrenando y aprendiendo a usar. Este escenario de individuación, de crecimiento del yo y de la libertad multiplica las posibilidades de  crecimiento y desarrollo personal; como también una exacerbado desarrollo del interés própio, de la imagen, la apariencia, competencia, y de la búsqueda de más reconocimiento.

…a una “leve tendencia alcista” de mirar el propio ombligo, y una “leve tendencia bajista” en mirar en como mi vida afecta a los demás.

Pero también el individualismo, nos lleva a estados de miedo, porque los seres humanos nos sentimos seguros cuando estamos juntos, en manadas, en tribus, en equipos, nos sentimos seguros con otros, cuando experimentamos la red de pertenencia a los vínculos mas significativos. El individualismo nos lleva a habitar emociones de supervivencia, miedos, alerta, alarma, soledad, ansiedad, estrés.

El individualismo nos regresa a la cueva, “nos encuevamos” a vivir en modo supervivencia. No vemos “la tendencia alsista” de los índices de estos padecimientos?.

Ojo con estas personas, uno puede darse cuenta cuando alguien quiere que florezcan juntos o quiere beneficiarse solito.

Regresando al punto

Los cambios realizados por le hecho de “solo un cambio” o que germinamos en modo reactivo, en modo supervivencia pueden ser contraproducente, vasta a esperar sus resultandos a mediano plazo. Reaccionar es una función importante de supervivencia, pero solo nos lleva a cambios cuyos resultados no nos dejan mas adelante que la supervivencia misma, aunque este sea valorada, por supuesto. Estos cambios me mantiene sobreviviendo.

Sin embargo, los cambios que germinamos en modo creativo pueden llevarnos mas alto en la  pirámide de necesidades humanas que señalaba Maslow y otros. Si queremos más.

Así que antes de hacer un cambio, es bueno para nosotros, pensar y sentir que es lo que quiero conservar, por ejemplo, que me importa verdaderamente, no vaya uno a dejarse llevar por la moda del cambio y pierda lo que le importa.

Uno también puede preguntarse. 

- ¿Soy yo el que  necesita un cambio o es otra persona?

- ¿Quién se beneficia más con este cambio?

- ¿Qué valores sostiene?

-¿Qué valores socava?

-¿Qué está funcionando bien y qué no esta funcionando?

- ¿El cambio tiene implicancias sistémicas?

-A largo plazo, ¿está en línea con mi propósito en la vida?

Ahí tenemos filtros que pueden ayudarnos a determinar si vale la pena cambiar.

Cambiar por cambiar, cambiar por ansiedad, porque no puedo estar quieto, porque me siento incompleto, porque todos cambian, porque estoy aburrido, puede en algunos casos tener un alto precio y ser improductivo.

Mario Curuchet

Senior Coach Ontológico Prof.

Facilitador de Constelaciones Familiares

www.mariocuruchet.com