Segunda entrega.
En el trabajo y la profesión pasan cosas emocionalmente complejas, fundamentalmente porque este espacio al que le dedicamos tanto tiempo, está relacionado con nuestra supervivencia y con nuestro placer.
Además nos encontramos en tiempo de volatilidad, incertidumbre y cambios.
El complejo espacio emocional de la profesión y del trabajo nos somete a prueba constantemente en las relaciones con nuestros colaboradores, empleados, socios o jefes y pone en jaque el logro de los resultados esperados.
Según como nos desenvolvamos emocionalmente, has habilidades adquiridas, no siempre las cognitivas ,sino aquellas habilidades y competencias emocionales, tendremos resultados relacionados con la supervivencia y con el placer, modos emocionales en la profesión y en el trabajo.
Recordemos que no solo nos dedicamos a nuestra profesión y a nuestro trabajo para sobrevivir, pagar cuentas, cumplir, sino que también buscamos sentirnos bien, lo mejor posible. La búsqueda del placer también es una expectativa que vale permitirnos en le trabajo.
En la nota anterior hablé de como distinguir una emoción de un sentimiento, podes leerla nuevamente en: https://www.mariocuruchet.com/post/emociones-y-sentimientos
O descargarla en: https://www.mariocuruchet.com/contenidolibre (busca el PDF de Emocione y Sentimientos)
En esta nota veremos:
Modos emocionales en el trabajo.
Como reflexión personal, en el trabajo se repite la siguiente dinámica: tenemos objetivos que cumplir y para ello necesitamos resolver situaciones que aparecen en el camino del logro de dichos resultados, para ellos hacemos cosas, a veces solos y a veces con otras personas.
Esta es una de las dinámicas más habituales que ocurren todos los días en nuestra profesión y nuestro trabajo.
Sea objetivos a corto plazo, a mediano o largo plazo, estamos a diario resolviendo situaciones, que muchas sabemos como hacerlo y tenemos los recursos y en muchas otras ignoramos cual es el camino.
Qué situación considera usted que requerirá más de nuestra competencia emocional?
Una de las más básicas distinciones que puedo compartirles en este punto, desde mi experiencia es que cuando estamos frente a la primera situación, en donde hay que resolver algo, y sé como hacerlo y además dispongo de los recursos para hacerlo, el arcoíris emocional que experimento gira en torno a las más placenteras, por ejemplo: alegría, entusiasmo, confianza, satisfacción, esperanza, solidaridad, cordialidad, empatía. -dígame si no es lindo trabajar así-
Y cuando estoy frente a situaciones donde tengo que buscar o inventar la manera de resolverlo, porque desconozco como hacerlo, o no dispongo de los recursos, evidentemente las emociones resultantes son de: incertidumbre e inseguridad en el mejor de los casos, pero pueden sentirse emociones de miedo, de desesperanza, alarma, temor, desasosiego, ansiedad.
Recordemos esto: el propósito de nuestro trabajo esta relacionado a la supervivencia y la búsqueda del placer, de sentirnos bien. Así que todo se siente en relación a sobrevivir y la búsqueda del bienestar.
Esto cuando uno lo lee tiene una gran obviedad,
Si el camino es claro, tengo los recursos y se como proceder 👉 me siento bien
Si el camino no es claro, no se como proceder y no se si dispongo los recursos 👉 me siento mal o displacenteramente.
Lo que hay que saber al respecto es que habitar emociones displacenteras en el punto dos, no solo es lógico, sino que es funcional a la situación, nos predisponen a preocuparnos, es decir a ocuparnos de antemano, nos disponen a hacer mejor foco al asunto, a presentar más atención, a dejar de lado cosas menos importantes, a disponer mejor de nuestra energía. Realmente las emociones son sabias, y frente a problemas que no sabemos como resolver o que decisión tomar, las emociones traducen la experiencia a un asunto de supervivencia en donde exploraremos emociones relacionada con la sobrevivir en el trabajo.
Pero sobrevivir tiene límites.
Es muy probable que si sigo el impulso de mis emociones en este caso yo pueda resolver las situaciones de una manera particular.
Recordemos que las emociones son impulsos para actuar, que nos predisponen a un determinado tipo de acción en relación justamente en como experimento la situación.
Así que si seguimos nuestro corazón, nuestras emociones, seguramente lograremos salir del asunto de alguna manera.
Ahora atenti con esto. Hay distintas maneras de salir adelante en situaciones de nuestro trabajo, no todas son iguales, y hay que saber que dependiendo del estado emocional en que funcione o que mi equipo se encuentre, habitaremos distintas formas de salir adelante.
Una de las formas de salir adelante es en modo supervivencia
Otra de las formas de salir adelante es en modo placentero.
Que caracteriza al modo supervivencia y al modo placentero?
Modos emocionales en la profesión y en el trabajo.
El modo supervivencia lo caracteriza la reactividad, lo caracteriza la reacción frente a las circunstancias, el ser reactivo. En este modo no se miden las consecuencias de la manera en que me relaciono con mis colegas, alimentando el ambiente de emociones displacenteras. Este modo tiene alto precio relacional, sobre mucho desgaste, agotamiento emocional, disconformidad con los modos, bajo rendimiento, falta de creatividad, y entusiasmo para ver posibilidades.
En definitiva se busca solo sobrevivir a todo precio.
El modo placentero lo caracteriza la creatividad, la pausa, el cuidado de las relaciones, la mirada sistémica, la valuación de los pro y los contra, una mirada ecológica e integradora. En este modo se da valor a las distintas opiniones, todo tiene valor y suma a la respuesta final y no solo se buscar sobrevivir y cumplir sino que se busca aprender y trascender junto a otros. Hay espacio para todos en un contexto de bienestar. Qué modos emocionales en la profesión y en el trabajo ustedes elegiría?
La diferencia entre estos modos son los espacios emocionales en los que me encuentro, no hay más secreto que esto... los modos en lo que soy capas de cultivar frente a situaciones del trabajo. Solo o junto a mi equipo.
⚠️ Uno de los impedimentos que veo frecuentemente en las personas, para generar espacios de trabajo placenteros, es la creencia que al trabajo “no se viene” a disfrutar. Que estar bien en el trabajo es sinónimo de despreocupación y por lo contrario estar preocupado con la cara larga todo el tiempo es igual a rendimiento, ocupación y esfuerzo.
Esto es un error muy grande que lamentablemente aún perdura en personas que no paran de generar en sus espacios de trabajo emociones displacenteras, reduciendo el nivel de desempeño de su equipo o de sus colaboradores.
Los bueno es que vivimos tiempos en donde cada vez más sentimos la necesidad y el derecho a sentirnos bien en el trabajo. Año a año comprendemos la relación del buen desempeño y logro de objetivos con los estados emocionales que habitamos en nuestros espacios. Las emociones son cada vez más objeto de estudio.
Porque ellas marcan la diferencia!
Por: Mario Curuchet
Senior Coach Ontológico
Facilitador de Constelaciones Familiares
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